viernes, 15 de febrero de 2008

Tardes de Softball...

Justo frente a la casa de mis abuelos había un parque de baseball. Sólo había que cruzar una calle que aún hoy es de tierra y ya estábamos ahí.

Recuerdo un fresco olor a tierra y campo. Los reflectores encendidos y el bullicio de la multitud. Incontables veces crucé la calle con mi abuelo para presenciar algún partido del pueblo. Primero yo sólo. Llegábamos y él me subía a la barda, justo a un lado del poste que marcaba el "homerun" del lado de primera base. Mi abuelo y varios vecinos se acomodaban y veían el partido de pié junto a la barda. Tiempo después también recuerdo a mi hermanito sentado junto a mí.

No recuerdo que alguna vez haya habido un homerun. Y no recuerdo haber entendido el partido. Veía a los jugadores, los batazos, la gente en las gradas frente a mí, justo detrás del home.

Muy pocas veces nos sentábamos en las gradas. Recuerdo a los vendedores ofreciendo "duros". Creo que eran chicharrones con salsa. Nunca los probé.

No entendía el juego, pero disfrutaba esos ratos con mi abuelo. Pocos recuerdos de esa edad.

Supongo que uno sólo guarda lo mejor.

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