A los dos años de edad tuve un hermanito...
Uno de mis primeros recuerdos de él fué una ocasión que entré en nuestro cuarto y lo vi parado en su cuna, deteniéndose del barandal. Algún fin de semana por la mañana.
Se me ocurrió bajarlo para irnos a ver la tele. Lo tomé por debajo de las axilas, y lo fuí jalando hasta que pasó del otro lado.
Nos fuimos caminando a ver la tele.
Mi mamá se sorprendió un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario