viernes, 11 de octubre de 2024

Los sueños simples de mi "yo" de 9 años.

Había pasado mucho tiempo desde aquellos días en que soñaba en grande. Soñaba sin preocupaciones, libre de la presión que trae la vida adulta. El ser humano no está preparado para entender lo rápido que pasan los años, y yo no soy la excepción.

Estaba sentado en silencio en casa, cuando apareció mi yo de 9 años. Como en la película Mi encuentro conmigo, protagonizada por Don Bruce Willis. Ahí estaba, pequeño, curioso, con una mirada llena de ilusión y esperanza.

Me observaba con ojos brillantes, pero con un poquito de reclamo.

“¿Qué pasó?” me preguntó. “No te pedí mucho… solo unas poquitas cosas”.

Me quedé pensando mientras me recordaba los compromisos. Eran esos compromisos que alguna vez tomé con total seriedad.

“Quería una caja de Frutsis de uva en el refri. Y también una caja de Duvalines. Quería andar en calcetines por la casa, y jamás ver noticias, solo caricaturas.”

Me encogí de hombros. La verdad es que no se me había olvidado. Lo recordaba cada que pasaba por donde estaba la tiendita en la ciudad donde crecí. La vida adulta había hecho que parecieran insignificantes.

Ese niño, mi yo de 9 años, había confiado en mí. Decidí que hoy era el día cumplir esos pequeños sueños.

Abrí Amazon y pedí una caja entera de Frutsis. Solo había de varios sabores, no solo de uva como quería de niño. Y, por supuesto, una caja de Duvalines. Me hacían tan feliz de pequeño, aunque siempre duraban tan poco.

“Ok”, le dije con una sonrisa. “Este fin de semana veré caricaturas, con Duvalines, Frutsis y andaré en calcetines.”

Sentí una paz que hacía mucho no experimentaba. A mi lado, ese niño de 9 años sonreía. Había encontrado en mí al adulto que siempre quiso ser. Y me di cuenta de algo importante: nunca es tarde.

Mi yo del pasado me recordó lo valioso que es disfrutar de lo simple. A veces, eso es todo lo que necesitamos.

Fin.


No hay comentarios: