jueves, 23 de agosto de 2018

apagando fuegos

Me vino hace unas semanas un recuerdo que no se ha ido.

Un sábado o domingo fuimos a Coahuila tres amigos, porque uno iba a correr una carrera en moto.  Habría sido allá por el año 2000.

De regreso vimos que había un incendio a la orilla de la carretera.

Nos bajamos a ayudar a apagarlo.  Era hierba seca y había viento.  El incendio se empezó a acelerar muy muy rapido.

Recuerdo que de un segundo a otro estaba ya rodeado de llamas.  Me dí cuenta que el aire se había vuelto imposible de respirar, entre la temperatura y el humo.

Daba vueltas, aun sin desesperarme y no veía por donde salir.

Recuerdo haber pensado: "¿a poco ya? ¿ya fue todo? ¿ya? ¿aquí quedé?"

Estaba sorprendente mente tranquilo.  Como que la cabeza decidió que era mejor enfrentar la situación tranquilo.

Caminé un poco y vi una salida.  Habrá sido menos de un minuto pero lo recuerdo como un buen  rato.

Salí... respiré... y creo que ya no dije nada.

¡A vivir otra vez!

Saludos a Benjamín y a Hugo

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