Crecí practicando diversos deportes. Pero si con algo crecí fué con "karate". Cuando dejé de crecer ya había dejado el karate.
Viví muchas clases, muchos combates, muchos torneos de karate, muchos torneos mixtos... Noquee y fui noqueado... Supe lo que era estar nervioso... horas antes... días antes...
Además tuve que pelear alguna o muchas veces en categorías superiores por aquello del peso.
Después de eso, practique un poco de box y muchas tardes "boxeamos" o algo así, en la cochera de mi casa. Ocasionalmente en el barrio hubo que practicar lo aprendido.
La cosa es que yo sabía colocar un buen chingazo en la cara. Lo sabía y el saber que lo sabía me daba una gran seguridad; la seguridad de saber que puedes colocar un buen madrazo en dónde lo quieres colocar, en el momento que lo quieres colocar.
Lo sabía y había tenido la oportunidad de probarlo.
Pero pasaron los años...
Cinco, diez... veinte años...
Sin practicar...
Cinco, diez... veinte años que pasaron en los que yo creía que aún podía colocar un buen chingazo en la cara.
Hace un par de diciembres regresé a casa. Volví a boxear con los que boxeaba 15 o 20 años atrás.
Descubrí que ya no pegaba y que ya no aguantaba. Descubrí que me cansaba. Descubrí que ni siquiera le atinaba a donde le quería atinar. Y me volvía a cansar.
o sea que viví 20 años pensando que podía colocar un un buen chingazo en la cara...
o sea que viví 20 años actuando con una seguridad que ya no era mía...
Después supe que ya no podía pasar un "pasamanos" o hacer triceps con peso libre... o dominadas...
El tiempo pasa... y pasa.
Algo así pasa con el aprendizaje y el conocimiento.
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