sábado, 15 de noviembre de 2014

Huevos y Halloween

En la ciudad donde crecí existe la (muy mala) práctica de tirar huevos en Halloween.  Me tocó vivirlo y hacerlo un par de años, antes de los dieciocho.

La travesura consistía en tirarlos a gente que anduviera en lo mismo.  Gente de la misma edad, de otras colonias que venían a la nuestra o nosotros íbamos a la otra.

Una vez mi mamá me vio y me mandó a la casa, por cierto.

Recuerdo una ocasión en que pasamos por una avenida principal de una colonia vecina, y descargamos unas cuantas carteras de huevo en una establecimiento en donde solía reunirse otro grupo de jóvenes.

Inmediatamente abordaron sus vehículos e iniciaron una persecución. Los habíamos tomado por sorpresa y estaban, además de llenos de huevo, algo molestos.  Una molestia limitada a una venganza similar.  Ese día se procura, o procuraba, mantener la paz.

Nuestro conductor enfiló hacia nuestro territorio.  Logró sacar una buena ventaja, al punto de perderlos de vista.

Para pasar a nuestra colonia, había que pasar por debajo de un pequeño puente.

Sin dar explicaciones, nuestro conductor hizo las maniobras requeridas para quedar justo a tiempo en la parte de arriba del puente.

No había necesidad de platicar detalles.  La idea era excelente.

Nos preparamos y segundos después pasaron las camionetas enemigas.

Les tocó una segunda lluvia de huevos.

Recuerdo las caras de sorpresa y me vuelve a dar risa.

Pelea con los de a lado...

Era la época de la adolescencia, estábamos de vacaciones de verano, y un amigo* tenía pendiente una pelea con los de la colonia de a lado.

No recuerdo por qué, ni contra quién.  Pero allá iba a haber tres personas, así que nos fuimos tres personas al lugar de la cita.

Era en su territorio, por lo que nos estacionamos lejos para llegar caminando y observando desde lejos, en caso de que fuera una trampa y nos estuvieran esperando más de tres.

Llegamos al parque.  No hubo problema, había sólo tres.

Había que ir por el carro y me tocó a mí.  Para seguir el equilibrio me tuvo que acompañar uno de ellos.  Me cayó bien.  Seguro hubiera sido amigo nuestro sí sus papás hubieran vivido en nuestra colonia.  Pero bueno, tal vez tocaría pelear con él o con el otro.

Llegamos al parque y la pelea ya había empezado.  Peleaban sin muchas ganas.  Todo muy callado.  El resto de nosotros haciendo un círculo.

Llegó el momento en que había que declarar un ganador.  Decidimos separarlos.  Volteamos a ver a los del otro equipo para ver si estaban de acuerdo.  Así era.  Nosotros fuimos por nuestro amigo, los otros fueron por el otro.

Se despidieron.  Nos despedimos.  Regresamos a nuestro territorio.

Hoy no sé si esto es ridículo, o algo natural y una resolución sana.  En ese entonces era normal.


* QEPD




jueves, 14 de agosto de 2014

El Taller Mecánico

Por allá de principios de los 90's, trabajé en un taller mecánico los fines de semana.  Sábado y domingo.

Un taller de esos que son un terreno con barda, unas láminas como techo parcial al fondo, y pintado por los proveedores de refacciones.

Muchos carros aún tenían carburadores.

Era entretenido armar, desarmar y ensuciarme.

Si mal no recuerdo llegué a hacerle una afinación completa a un Volkswagen Sedan.

Después de eso creo que pocas veces he vuelto a abrir una cajuela.

Buenos tiempos...


jueves, 2 de enero de 2014

a destapar el "chutis"

Me acordé de otra de aquel verano del 97 en el que fui minero...

Me mandaron a acompañar a una persona a destapar un "chutis" (o algo así).  Me imagino que la raíz de la palabra será algo relacionado a la palabra en inglés "shoot".  Es un agujero para pasar material de un nivel a otro de la mina.  Se había atorado una piedra grande y había que destaparlo.

El otro chavo tenía más o menos mi edad.  Total, ahí vamos cargados de explosivos y mechas.

Ahí les encargo lo divertido que puede ser para dos 20 añeros destapar un agujero con explosivos. Colocar explosivos, mecha, encender, esconderte... Tuvimos que aventarnos tres rounds.

Ahora sé que fue algo muy peligroso, pues nuestra experiencia en el manejo de explosivos era nula. Pero en ese tiempo era una misión importante.

Eso me recordó la primera vez que me tocó ir a encender los explosivos del cambio de turno... pero ya será en otra ocasión.