Después de 34 años usando lentes, y 30 usando lentes de contacto, me operaron los ojos.
Durante toda la vida alterné lentes de contacto y anteojos.
Llegar a casa y quitarme los lentes de contacto me relajaba. Me relajaba mucho. Me ponía los anteojos y me sentía agusto.
Hoy no necesito lentes de contacto y no necesito usar anteojos.
Me falta ese momento y me falta esa sensación.
Curioso lo que la cabeza considera una pérdida.