Por allá de principios de los 90's, trabajé en un taller mecánico los fines de semana. Sábado y domingo.
Un taller de esos que son un terreno con barda, unas láminas como techo parcial al fondo, y pintado por los proveedores de refacciones.
Muchos carros aún tenían carburadores.
Era entretenido armar, desarmar y ensuciarme.
Si mal no recuerdo llegué a hacerle una afinación completa a un Volkswagen Sedan.
Después de eso creo que pocas veces he vuelto a abrir una cajuela.
Buenos tiempos...