Ya tenía yo como 30 años, y llevaba un par de años viviendo en la capital. Iba a una fiesta del trabajo que me quedaba algo retirada. Los taxis son baratos, así que a mi parecer en esa ciudad no vale la pena manejar cuando no conoces; además evitas andar buscando donde estacionarte, perderte un rato, etc.
Total, platicábamos el taxista y yo de diversos temas de actualidad, como es costumbre.
Circulábamos por una avenida de dos carriles de un sentido, el camellón, y dos carriles en sentido contrario.
Iba una patrulla con la torreta prendida, como a 40 kmh, atrás otro carro, y atrás nosotros.
El carro cambió al carril izquierdo y comenzó a rebasar a la patrulla. El taxista lo siguió.
Apenas íbamos sobrepasando nosotros a la patrulla, cuando el carro de adelante se detiene, y sale algún tipo de arma larga de la ventana derecha de atrás, y comienza a disparar contra la patrulla. En eso se abren las puertas y se bajan 3 o 4 personas abriendo fuego.
El taxista lentamente salió de la línea de fuego y subió el carro al camellón.
Y de ahí nada más a agacharse y esperar.
Afortunadamente nadie salió herido en esa ocasión, pero aún me sobresalto cuando escucho ruidos que parezcan balazos.