sábado, 20 de diciembre de 2008

El Mundo es Mío

Tenía yo como 16 o 17 años, en unas vacaciones de Semana Santa...

Monterrey estaba aburrido...

Salimos a una fiesta, y en algún momento de la noche, el Fabián, Erick y yo, decidimos que sería buena idea irnos a pasar las vacaciones a Mazatlán.

Obviamente la dificultad inicial era obtener un permiso a la una de la mañana... y además financiamiento.

No fue fácil... pero después de una hora de discusión, con argumentos poco fuertes de mi parte, mi madre se dio cuenta de que me iba a ir a como diera lugar... supongo que porque me puse a empacar aun cuando todavía no me daba permiso.

Recuerdo haber salido de casa, con mi mochila colgando, la calma de la madrugada... silencio total... sólo se oían mis pasos.

Unas cuadras más adelante ya venía Erick también caminando. Nos emparejamos sin decir palabra rumbo a casa de Fabián. Si mal no recuerdo su hermano Victor nos haría el favor de llevarnos a la central de autobuses.

Lo que recuerdo de todo esto es la sensación de libertad en ese momento en que salí de casa. No había restricciones, podía hacer e ir a donde yo quisiera.

Esa sensación y ese momento me vienen a la mente cada vez que hago algo nuevo... y recuerdo que generalmente nos limitamos solos... me gusta recordarlo y procuro revivirlo.